… mientras la orquesta del final del mundo toca una versión desafinada de los Beatles y James Bond acaba en un chutódromo de Edimburgo con los yonquis de Trainspotting, en esa misma dirección en la que Rob Zombie se alió con Lars von Trier para gastarle una broma macabra a Jacques Lacan, polaroids de Ian Curtis perdiendo el control, en fin, ¿de qué habla este libro sino de cine, música, cultura popular, malestar, la traición de David Bowie, el extintor de Irreversible, el caos reina, slasher para niños y mayores, vodka con Martini agitado…?
“Apocalipsis pop!” es una receta de cinismo, rigor teórico y humor negro para niños crueles que se sientan más cerca de Marilyn Manson que de las radiofórmulas, un disparo en la sien nada ortodoxo por el que desfilan sin el menor rubor Stephen King, Pink Floyd, André Bazin, el comandante Ton de Space Oddity, SPECTRA, la chavalada suburbial de Slumdog Millionaire o, ya puestos, el quinto Beatles según Win Wenders.