Nadie diría que éste es un libro de cine, aunque en él se hable de muchas películas y su punto de partida sea Fritz Lang. Tampoco parece un ensayo cultural, por mucho que en sus páginas se encuentres algunos de los personajes -poetas y pintores, filósofos y actrices- que ayudaron a forjar la esplendorosa decadencia de Europa, entre finales del siglo XIX y principios del XXI. Y ni siquiera tiene forma de novela, aunque la ficción desempeñe en él un papel trascendental. En el fondo, “El sitio de Viena” es todo eso y mucho más, la historia de Fritz Lang y su tiempo contada como una intriga sin solución, desgranada a su vez a partir de una fascinante trama detectivesca: de cómo el narrador, ayudado por diversos personajes secundarios, procura desentrañar el sentido de esa época a través de la vida de un hombre que podría ser su metáfora.