
La infidelidad ha sido siempre un tema tabú, ya sea por su estrecha relación con el sexo, por el riesgo que entrañaba, como por el castigo que sucedía. Por estos motivos, a lo largo de la historia se ha visto acallada, escondida y relegada a las sombras de la noche, lo que ha hecho de la infidelidad un concepto opaco, de difícil dilucidación. Así pues, la eterna pregunta sobre la infidelidad sigue hoy en día abierta.
Se ha hablado mucho sobre la infidelidad. Se ha escrito, se ha esculpido, se ha pintado, se ha cantado y, por supuesto, se ha rodado. El cine ha sabido retratar a la perfección todas y cada una de las incógnitas de este tema a abordar. Desde “Los rodríguez” de Wilder hasta las femmes fatales del cine negro de los cuarenta. Ahora bien, el cinematógrafo ha dejado la puerta abierta a las distintas interpretaciones.
¿Por qué los seres humanos son infieles? ¿Los son por naturaleza? ¿Cuáles son los motivos que empujan a las personas a cometer un acto de infidelidad? ¿Quiénes son más proclives a la infidelidad, mujeres u hombres? Estas son algunas preguntas que hallan respuestas en “Infidelitas -atis”. La infidelidad, es decir, el sexo, la lujuria, el deseo, la vendetta, sus personajes principales -el infiel- y los secundarios -la víctima, los amantes-, todo ello se desvela en este ensayo en el que la infidelidad se desdobla y transita entre lo femíneo y lo viril.