V.O 285. búsquedas
La búsqueda de vida extraterrestre ha sido una obsesión del hombre a lo largo de los siglos.
A comienzos del XVII, durante sus observaciones del cielo nocturno Galileo Galilei descubrió las montañas de la Luna y advirtió que, al igual que la Tierra, los otros planetas eran esféricos. Posteriormente, otros estudiosos del universo se sorprendieron al comprobar que había capas de hielo polar en Marte y que su superficie cambiaba de color; incluso en las últimas décadas del siglo pasado las cámaras de las naves espaciales no tripuladas tomaron imágenes más precisas que mostraban barrancos abiertos por ríos ya desaparecidos. Todos estos hallazgos reavivaron la esperanza de que en algún momento alguna forma de vida pudiera haber existido en el planeta rojo. Aunque las condiciones actuales del resto de nuestro sistema solar parecen ser incompatibles con la vida tal y como la conocemos, esta búsqueda de planetas habitables ha extendido recientemente sus horizontes hacia cuerpos celestes que describen sus orbitas más allá de nuestro sistema solar. Tras largos años mirando y examinando el firmamento, se han recabado datos que atestiguan que hay planetas que giran alrededor de tres lejanas estrellas semejantes al Sol.
Los viajes espaciales han permitido a los astronautas contemplar la Tierra con una perspectiva más amplia. Desde el exterior es más fácil apreciar que se trata de un lugar especial, donde muy diversos elementos se interconectan y obedecen a una curiosa planificación. Un mundo repleto de seres vivos en mitad de un cosmos complejo y desconocido. Así nos lo cuenta el realizador Darren Aronofsky(Réquiem por un sueño, El luchador, Cisne Negro, ¡Madre!), que ha producido la serie Nuestro Planeta(One Strange Rock), en la que, a través de un fascinante relato fragmentado en diez capítulos, se detallan las peculiaridades que, desde sus extraordinarias características geofísicas hasta la espectacular visión cenital de los paisajes que cubren su superficie, hacen única a la Tierra. Sirviéndose de impresionantes e ilustrativos recursos cinematográficos, la serie no solo ofrece conocimiento, sino que también aporta una sensibilidad especial a su narrativa. La cuidada combinación de increíbles secuencias y de información científica muestra las mágicas jugadas del destino que hicieron posible que la Tierra surgiera, que pudiera prosperar y que haya sobrevivido hasta nuestros días. Para alcanzar su objetivo el realizador neoyorquinocontó con la colaboración de un grupo de astronautas de élite que, al tener la fortuna de haber admirado la Tierra desde la bóveda celeste, comparten sus privilegiados puntos de vista y están en disposición de relatar la sensación que experimenta quien se aleja de su planeta y lo divisa desde el espacio que le envuelve. El guía de este viaje épico es el actor Will Smith, que conduce a los espectadores por un recorrido a lo largo del planeta mediante el que les brinda la oportunidad de percibirqué es lo que hace que la Tierra sea un lugar tan singular. Así, bajo la excusa de formular a un grupo de ocho astronautas cuestiones tales como cómo comenzó y cómo se desarrolló la vida, se logra que sus respuestas sean testimonios que esclarecen las maravillas que suceden en la Tierra, que sugieren que esta se comporta de forma muy parecida a los organismos vivos que la habitan y que revelan que es capaz de desarrollar procesos fascinantes. Las experiencias personales de los cosmonautas son la puerta de entrada a los asuntos más importantes que la serie explora: el origen de la vida, la muerte, la respiración, la violencia cósmica, la inteligencia humana, el sacrificio, la trasformación, la búsqueda…
El planeta Tierra es nuestro mundo, es la cuna y el hábitat de innumerables formas de vidas, de maravillas únicas en el universo, razones más que suficientes para asumir que tenemos el deber de cuidarlo.Los problemas medioambientales hace tiempo que vienen manifestándose y van más allá del aire sucio, el agua tóxica y los agujeros en la capa de ozono, que fueron las principales preocupaciones que en 1970 ocuparon los análisis y los debates durante el año de protección de la naturaleza, y que, dos años más tarde, justificaron el establecimiento de los principios generales de la política medioambiental de la entonces Comunidad Económica Europea y la aprobación de la Ley española de protección del ambiente atmosférico. El cambio climático es el gran desafío ambiental al que nos enfrentamos en la actualidad. Aunque desde inicios de los años 80 del siglo pasado ya empezó a mencionarse como una seria amenaza para el planeta, en los últimos tiempos hemos tomado conciencia de su gravedad y de los desastres naturales que podría generar a medio y a largo plazo. Además, el cambio climático también tiene una incidencia directa en los movimientos migratorios que actualmente están produciéndose en varios puntos del planeta, así como en las crisis alimentarias, en las guerras territoriales o en el aumento de la desigualdad.
Según la Organización Meteorológica Mundial los niveles de gases de efecto invernadero que atrapan el calor en la atmósfera han alcanzado un nuevo máximo sin precedentes. No hay indicios de reversión en una tendencia que está desencadenando un cambio climático a largo plazo, la subida del nivel del mar, la acidificación de los océanos y un mayor número de fenómenos meteorológicos extremos. Ríos, lagos, lagunas e incluso mares se han secado en las últimas décadas y muchos otros están contaminados y representan un grave riesgo a la salud humana y animal. Los árboles mueren a un ritmo acelerado debido a la contaminación del aire, la sequía de fuentes hídricas cercanas y las variaciones bruscas de temperatura. Corolarios también de este fenómeno son el incremento de las existen programas alternativos de siembra, repoblación y protección de las tierras cultivables. Busquemos soluciones. Que disfruten de la lectura.