V.O 328. Números

La historia de nuestros números es muy antigua. No se sabe con certeza cuánto tiempo hace que los humanos comenzaron a usarlos, pero lo que sí podemos asegurar es que desde el principio el hombre necesitó palabras para expresar cantidades. Como no hay registros escritos de la época en la que el lenguaje se desarrolló, es imposible saber cuándo comenzó el uso de los números. Nuestro sistema de numeración actual es el sistema decimal y posicional, nacido en la India en el año 5 a. C. En sus viajes comerciales por la India los árabes se encontraron con un libro sobre aritmética escrito por un hindú y tradujeron el sistema para empezar a usarlo ellos. Este sistema recorrió Europa hasta llegar a España en el siglo X con su entrada por Córdoba. Se dice de él que es posicional, ya que el valor de una cifra depende del lugar que ocupe. También es decimal, dado que diez unidades de un determinado orden equivalen a una unidad del orden superior. Se trata de uno de los sistemas más antiguos y básicos, pues no en vano en él se utilizan los 10 dedos de la mano. Como el libro que introdujo estos números en Europa venía de Arabia, son llamados números arábigos. El símbolo que ha sido constante a través de todos los tiempos, y que continúa siéndolo hoy en día, es el usado para designar el “1”. Bien fuera horizontal o vertical, todos los pueblos antiguos, como los griegos y los romanos, tuvieron un símbolo semejante al nuestro. Y, por su parte, los símbolos “2” y “3” también se parecen a los actuales, pudiendo tener su origen en el resultado de escribir rápidamente dos o tres barras que terminaban quedando conectadas.

Los números nos rodean y están presentes en todos nuestros actos, así como nos afectan e influyen en nuestras decisiones. En la vida cotidiana nos encontramos con infinidad de situaciones en las que aparecen los distintos tipos de números, por no dejar de mencionar la cantidad de operaciones que debemos hacer constantemente con ellos: los decimales los podemos encontrar en el peso y en la longitud de un/a recién nacido/a; los naturales en el número del calzado o en la talla de la ropa; los enteros en la altitud y en la profundidad, en la temperatura o en el panel de un ascensor; las fracciones en las medidas de las cantidades de una receta… Existen también los números racionales, los irracionales, los positivos, los negativos, los números algebraicos, los imaginarios, los complejos, los transcendentales… Y, algo menos conocidos, tenemos igualmente los números casi perfectos, los modulares, los armónicos, los alfaméticos, los primos, los compuestos, los congruentes, los cúbicos, los deficientes, los números abundantes y los números amigos.

La obsesión por los números y su estudio por parte de los primeros matemáticos incluso dio lugar a la numerología, un conjunto de creencias o tradiciones que pretende establecer una relación oculta entre los números, los seres vivos y las fuerzas físicas o espirituales, que ya hace tiempo que dejó de ser considerada una disciplina matemática por la comunidad científica. En numerología se dice que los números son uno de los conceptos humanos más perfectos y elevados, y, según quienes la practican, es la disciplina que trata de investigar la «vibración secreta» de ese código y de enseñar a utilizar los números en su beneficio por medio del estudio de su influencia sobre personas y animales. Así mismo, cada número tiene un significado y tiene ciertas características, las cuales designan cosas. Por ejemplo, la suma de los dígitos de la fecha del nacimiento de una persona da un número del 1 al 9 -si es mayor se han de sumar los números que lo componen- y el número obtenido ofrecerá una descripción sobre su personalidad, habilidades y debilidades, así como de la forma en la que se relacionará con sus semejantes.

En el año 530 a. C., Pitágoras, el filósofo griego, desarrolló de forma metódica una relación entre los planetas y su «vibración numérica». La denominó «música de las esferas». Mediante su método de numerología afirmó que las palabras tienen un sonido que vibra en consonancia con la frecuencia de los números, como una faceta más de la armonía del universo y de las leyes de la naturaleza. Según los numerólogos, los números son mucho más que una forma de medir o de cuantificar lo que existe a nuestro alrededor. Si nos damos cuenta, todo nuestro alrededor está regido por números: el número de inscripción en el registro civil, la fecha de nacimiento, el número de teléfono, el de la Seguridad Social… Es por esto que algunos sabios se han dedicado a observar la influencia de los números en las personas. Así lo hizo el propio Pitágoras, quien creía que el universo debía ser visto como un todo armonioso, un conjunto que emite un sonido, una vibración. Así, los números del 1 al 9 están asociados a características específicas, que juntas abarcan toda la experiencia de la vida.

Muchas películas han estado relacionadas con los números. La presencia de esas cifras en el cine es lo que queremos analizar en esta selección de filmes, en los que los números tuvieron algún tipo de papel fundamental, bien sea en sus títulos: Ocho sentencias de muerte (Robert Hamer, 1948), El asesino vive en el 21 (Henri-Georges Clouzot, 1942), Número 9 (Shane Acker; 2009), 70 Binladens (Koldo Serra, 2018), 99 mujeres (Jesús Franco, 1969), Doce del patíbulo (Robert Aldrich, 1967), Nueve vidas (Rodrigo García, 2005), El número 23 (Joel Schumacher; 2007), 13 Tzameti (Géla Babluani, 2005); bien desempeñando un papel determinante para el desarrollo de sus tramas: 12:08 al este de Bucarest (Corneliu Porumboiu, 2006),  Une simple histoire (Marcel Hanoun, 1959), Las joyas de la familia (Jerry Lewis, 1965), Lecciones inolvidables (Ramón Menéndez, 1988), Air. La historia detrás del logo (Ben Affleck, 2023), El cuarenta y uno (Grigori Chujrái, 1956), La soledad de los números primos (The Solitude of Prime Numbers), 387 (Madeleine Leroyer, 2019), Margin Call (J.C. Chandor, 2010), Cortina rasgada (Alfred Hitchcock, 1966); o bien porque sus protagonistas deben usarlos para lograr la resolución de un problema o de un enigma: I Origins (Mike Cahill, 2014), Cube (Vincenzo Natali, 1997), El indomable Will Hunting (Gus Van Sant, 1997), El hombre que conocía el infinito (Matt Brown, 2015), THX 1138 (George Lucas, 1971), The Imitation Game (Morten Tyldum, 2014), Una mente maravillosa (Ron Howard, 2001), Pi, fe en el caos (Darren Aronofsky, 1998), La teoría del todo (James Marsh, 2014), La habitación de Fermat (Luis Piedrahita y Rodrigo Sopeña, 2007). Esperamos que esta suma de letras, números e imágenes sea de vuestro agrado y, sobre todo, que disfrutéis con y de la lectura.

A continuación os dejamos con una relación de los números de Versión Original. Simplemente apuntar que este ejemplar que publicamos es el número 328, así que sus 3 cifras suman el número 13, que es el día en el que nací y el número que me ha seguido a lo largo de mi vida -quizás convenga no dejar de prestar algo de atención a la numerología-. Y, para terminar con la cuestión numérica, tampoco cabe olvidar que este monográfico se suma a la celebración del 30 aniversario de V.O., la única revista temática de cine que hasta la fecha ha publicado 7.466 referencias de películas, y, lo que es aún más importante, en la que actualmente trabajan desinteresadamente 50 personas, que son las que en este 2023 forman la familia Versión Original.